Se preveía...

El viernes al final me llamó Kike. Quedé con él para jugar a los dardos y luego venirnos para mi casa y ver una peli, videos o lo que fuera...

Terminé cerca de las 21:00 con las niñas y a las 22:30 había quedado con él en el Dedalo. Tenía que peinarme, vestirme, maquillarme, recoger toda la habitación y llegar hasta allí. Conseguí llegar a mi hora, sin cenar eso sí. Después del día que había tenido la verdad es que me apetecía estar con él y olvidarme un poco de todo. Se presentó 20 minutos tarde, casi muero de frío esperandolo, hacía un viento horrible. Encima llegó con Omar (por eso llegaron tarde, él es bastante puntual) cosa que cualquier otro día me habría dado exactamente igual, pero el viernes no, ese día querría haber estado sola con él, no estaba de ánimos para nadie más, si lo llego a saber no salgo sinceramente.

Cuando llegó fue a darme dos besos y no lo dejé, le dije un poco bromeando y como haciendome la enfadada por haber tenido que esperar -No, no quiero besos ahora-. La verdad es que estaba bastante mosqueada, entre el mal cuerpo que tenía, el día horrible, la espera, el ver a Omar allí, que es que a ese niño sólo lo he visto dos veces y aunque me cae muy bien, no es lo mismo, no puedo hablar con Kike como si estuvieramos los dos solos, no confío en él, no me quiero abrir a él, no quiero que me conozca, todavía no.

Estuve bastante distante toda la noche, yo diría que incluso arisca, no se si él se dio cuenta, no fue tampoco mi intención pero se que tuve un par de gestos que nunca habría tenido de haber estado bien.

Durante toda la noche tenía un debate conmigo misma. Intentaba estar bien, sonreir como siempre, gastar bromas... en fin, aparentar que no pasaba nada, pero a la mínima, sin quererlo, se me cambiaba la cara, me ponía a pensar en lo que no debía. Para colmo estando en el Dedalo empecé a oler una colonia que me trajo más recuerdos de los deseados a la cabeza... no se si era porque estaba triste, porque estaba mas sensible de la cuenta, pero tuve que contenerme para que no se me saltaran las lagrimas. Creo que al final de la noche conseguí disimular bien, estaba bastante peor de lo que aparentaba.

Kike me hizo el piercing en la oreja. Está perfecto y a penas me ha molestado, incluso he dormido a ratos sobre esa oreja.

Ayer, Sábado, no salí. Javi no podía, Paloma está de exámenes en la facultad y Kike también tenia que estudiar que ésta semana tiene examen de mates y de biología.

De haber podido salir alguien sinceramente dudo que yo lo hubiera hecho. Después de "la fracesita" del post anterior, el día que pasé y que para mas inri me puse mala con mi prima (ya sabemos de donde venía toda la tontería que tenía el viernes)... un Sábado para olvidar podría ser el resumen.

No recuerdo si lo mencioné pero justo en la casa de al lado están haciendo obra. Están desde las 8 de la mañana desde hace 3 días rompiendo muros con la moto esa y se escucha como si estuviesen aquí en mi habitación, creo que si siguen un día más así mi cabeza reventará como un pistacho.